Memorias de una finca pasada

Por: Amílcar Núñez Román

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El profesor Reyes y el estudiante Amílcar Núñez

Utuado, como muchos de los pueblos de la cordillera central, tiene mucha historia, tanto cultural como arqueológica, desde la importancia de los que vivieron antes de nosotros, hasta otras muchas cosas llegaron a nosotros, y por costumbre, la acoplamos a nuestra cultura. Es así como comienza la curiosidad para hallar el conocimiento mediante la investigación de la finca donde hoy se encuentra la Universidad de Puerto Rico en Utuado. Esta curiosidad se debe a unos hallazgos arqueológicos que el Profesor Reniel Rodríguez de la Universidad de Puerto Rico en dicho pueblo, está haciendo para el conocimiento suyo y de otros. Nosotros, los estudiantes, estamos siendo de herramienta útil para este profesor en su investigación, entrevistando a personas que lograron ver, hasta incluso caminar en esta finca.

 

En mi recorrido buscando a personas para poder entrevistar sobre este tema, tuve la oportunidad de entrevistar al profesor Reyes, de la Universidad del Este en Utuado, que conoce sobre este proyecto y que también está aportando sus conocimientos para este trabajo. Sus recuerdos me han ayudado a entender y comprender las cosas ocurridas para ese entonces y sus experiencias durante su infancia cerca de este lugar.

 

De acuerdo con mi entrevistado, esta finca le perteneció a la familia Cabrera. La finca era visitada por muchos porque existía parte de un batey. Para ese entonces, la finca le pertenecía a la familia Fabián. Muchos niños se metían a jugar allí. Donde hoy se encuentra la panadería Ramdalf había muchos árboles de frutas y los muchachos se metían a tomar frutas de estos árboles. En esta finca, se llegó a cultivar tabaco, caña de azúcar, y hubo ganado. En la finca, también llegaron a existir algunas casas como la de un mayordomo, donde él, personalmente me dijo, que llegó a visitarla y había un árbol de grosellas, una fruta parecida a la fresa.

 

Mi entrevistado me contó que un arqueólogo llamado “Fewkes” vino temprano durante el siglo XX, y luego llegó el arqueólogo “Irving Rouse” para el año 1948. Para esa época, ya el profesor Reyes estaba ahí. Durante las investigaciones, nos cuenta que, no vio muchos petroglifos, pero si vio muchas cerámicas grandes, específicamente, cerca de la carretera principal que hoy conocemos como la 123. En esta zona, se encontraban abundantes pedazos de cerámicas y también había un monolito en la entrada de la finca, que es una piedra grande en forma vertical. El profesor me cuenta que no vio ningún canal de riego, zanjas o haber escuchado sobre un ojo de agua, pero si me compartió que había una estructura de cemento por donde el pasaba para coger una cinta de metal con la que él jugaba llamada toneles, que tiene un estilo de rueda. Las cosas o artefactos que encontraban enesta finca, posiblemente las tienen los dueños de esta finca. Todo lo que ellos encontraban, lo guardaban y también se cuenta que la familia Fabián, llegaron a guardar artefactos arqueológicos. Como último dato, me cuenta sobre una piedra que estaba cerca de una quebrada, y hubo personas que intentaron llevársela. Como consecuencia de ésto, al tratar removerla se rompió. Lamentablemente, los petroglifos en ellas se van tornando un poco difíciles de apreciar, pero, esta piedra se conserva en el patio del estacionamiento de agricultura de la Universidad de Puerto Rico en Utuado.

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El profesor Reyes y la piedra que se encuentra frente al edificio de Tecnología Agrícola

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